Una vez llega la primavera, el principal pensamiento de muchos es que el verano está a la vuelta de la esquina. Hace poco, en nuestro blog de Blue Cap ya os contábamos y os dábamos los mejores consejos para poder superar los cambios de temperatura que genera esta cambiante primavera. Pero ya estamos en mayo, el mes que empieza de verdad a parecerse prácticamente a lo que es el verano ya que el sol predomina con fuerza cada amanecer. Por eso, muchos aprovechan el mes de mayo para subir a sus particulares terrazas o para incluso visitar ya las playas y así exponerse a los rayos del sol. La piel pide a gritos un cambio de color gracias al sol y por ello, hoy en Blue Cap, os contamos la mejor manera de preparar la piel para tomar el sol.
Lo primero y más importante es tener una dermis muy bien hidratada. Pese a que esto es necesario cada día y cada mes del año, con este tipo de temperaturas veraniegas lo es más todavía. Lo más sencillo y también saludable es seguir el consejo que recibimos desde que tenemos uso de razón: beber dos litros de agua diarios. Eso sí, para conseguir una hidratación perfecta hay que acompañar a esta cantidad del líquido elemento con una buena y equilibrada dieta en la que haya una relevancia bastante destacable tanto de verduras como frutas (melón, sandía, piña…). Obviamente, una crema hidratante ayuda también a mantener nuestra piel hidratada de una manera correcta.
Pero solo con una buena hidratación no se consigue tener la piel lista para abrazas los calientes rallos del sol. Además de hidratar nuestra piel también debemos exfoliarla. Siempre tendemos, casi por inercia, a hidratar la piel ya que es más sencillo solo con la pura ingesta de agua, pero también es recomendable exfoliar nuestra dermis para así conseguir eliminar esas impurezas y células muertas que siempre molestan. De hecho, algunos dermatólogos consideran que creen que exfoliar la piel 15 días antes y 15 días después de la exposición al sol es la mejor manera de preparar la piel. Aunque lo más básico es hacerlo cada día.
Algunos dermatólogos también recomiendan, sobre todo en los primeros días en los que la piel se expone al sol después de meses y meses de nubes, frío y lluvias, la utilización de algún autobronceador que termine de preparar la piel. Pero, al fin y al cabo, la mejor manera de que la dermis se vaya acostumbrado al sol es exponerse de una manera controlada. Si nos tomamos el bronceado como un maratón de fondo, lo más aconsejable es ir aumentando el tiempo de exposición al sol cada día o cada semana siempre y cuando tengamos la piel bien hidratada y por supuesto limpia de esas impurezas y células muertas.
