La psoriasis es una enfermedad autoinmune crónica, cuyos síntomas -entre ellos el dolor tanto en mujeres como hombres- se asocia a otro tipo de enfermedades como diabetes, dolencias cardíacas, enfermedades cardiovasculares, insuficiencias cardíacas, hipertensión, obesidad, enfermedades renales, migraña o dislipidemia.
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Relación entre psoriasis y migraña
En esta ocasión, abordamos en nuestro blog la conexión existente entre la afección cutánea y la migraña, siendo ésta última una afección neurovascular.
Dicha afección se manifiesta a través de fuertes dolores de cabeza con otros síntomas visuales, sensitivos o del lenguaje, como ver destellos luminosos o tener hormigueos en las manos.
El origen de la migraña es una actividad cerebral anormal y los médicos creen que ésta afecta al flujo sanguíneo del cerebro y a los tejidos circundantes.
Suele aparecer entre los 10 y los 45 años, sobre todo en mujeres y no tiene una cura específica, pero el objetivo es intentar mitigar los síntomas y prevenir su desarrollo.
¿Dónde está la relación entre ambas afecciones?
Ya que la migraña y la psoriasis se asocian a la enfermedad cardiovascular y a las citocinas proinflamatorias, es necesario investigar una conexión más profunda, porque existe la duda de si el tratamiento que se da para la psoriasis, aminora el dolor y la frecuencia de la migraña.
En caso de que así sea, la reducción sucede sólo gracias a “los agentes bloqueadores del factor de necrosis tumoral alfa”.
Parece ser que algunas de las citocinas inflamatorias de la psoriasis podrían ser culpables de vasoespasmos, inflamaciones mengíneas e hipersensibilidades que sufren quienes tienen migraña.
Un estudio realizado en Dinamarca liderado por el doctor Egeberg, tomó el Registro Nacional de Pacientes del país para poder hacer una recopilación de todas las personas mayores de 18 años que durante un periodo de 14 años habían sufrido psoriasis o artritis psoriásica.
Entre ese enorme conjunto de datos se extrapoló qué número tenía también migraña y en qué condiciones la tenían.
Según los datos, quienes tenían los tipos de psoriasis más grave eran más proclives a tener también migrañas, sobre todo quienes tenían artritis psoriásica.
Estos datos eran especialmente llamativos entre la población de raza blanca, aunque con la misma incidencia entre hombres y mujeres.
Eso sí, los investigadores afirmaron que no hay causalidad entre ambas y que no dependen la una de la otra, aunque es posible que en algunos casos quienes tuvieran psoriasis desarrollaran migrañas debido a la medicación tomada para la piel.
Otra de las preguntas que se plantearon fue si quienes sufren psoriasis y siguen su tratamiento, consiguen controlar las citoquinas cardiovasculares, quizá minimizando la gravedad y la frecuencia de la migraña.
Cuando las investigaciones avancen se podrá mejorar el tratamiento y la incidencia de estas enfermedades, así como su comorbilidad, que tanto puede mermar la calidad de vida de los pacientes.
Riesgos y consecuencias de padecer psoriasis
Según ha publicado el British Medical Journal, quienes tienen un 3% o más de superficie de su piel cubierta por placas de psoriasis tienen riesgo de sufrir una enfermedad renal.
Por ello se recomienda hacer estudios y dar un seguimiento del estado de los riñones de forma periódica.
Es importante también examinar con cuidado el tratamiento que está llevando el paciente para intentar evitar los medicamentos que pueden empeorar el estado del riñón.
El estudio fue hecho por investigadores de la Universidad de Pennsylvania, en Estados Unidos, y compararon el riesgo de padecer una dolencia en el riñón teniendo y no teniendo psoriasis.
Para ello usaron una base de datos de pacientes de todas las edades, entre los cuales había aproximadamente 144.000 personas con psoriasis y casi 700.000 que no padecían esta enfermedad cutánea.
Analizaron cómo habían recibido el diagnóstico de una enfermedad renal y sus circunstancias y características, entre las cuales estaba padecer psoriasis o no también, por supuesto.
Según las muestras, aquellas personas que tenían psoriasis de forma severa tenían un riesgo más alto de padecer una enfermedad renal crónica entre moderada y avanzada, en comparación con quienes no tenían psoriasis.
Se considera que una persona tiene psoriasis de forma severa cuando las placas e inflamaciones cubren más del 10% de su cuerpo. Si cubren entre el 3 y el 10% se define como moderada y menos de un 3%, como leve.
Además, también tenían el doble de posibilidades de tener una enfermedad renal crónica o terminal. Esta incidencia también aumenta con la edad.
Ahora queda investigar a fondo qué relación existe entre la psoriasis y las enfermedades renales, pero sin duda quienes tengan una psoriasis entre moderada y severa deben hacerse controles y examinar de forma periódica el estado de sus riñones.
Sin duda alguna, el contraer una enfermedad como la psoriasis, puede desencadenar en otras enfermedades, por eso es importante hacerse constantes revisiones y dar seguimiento a los medicamentos que nos receta el médico.
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