Si a nuestro hijo le detectan dermatitis atópica, dermatitis seborreica o psoriasis, es posible que presente inflamaciones, placas y picor y sobre todo que se rasque, por mucho que le digamos que no lo haga.
Cuando es pequeño y apenas se tienen unos meses de vida o un año de edad, resulta más complicado controlar el picor y sobre todo que él mismo aprenda a controlarlo, por eso hay que hacer un gran esfuerzo en ayudarle.
¿Cómo evitar que nuestro hijo se rasque?
- Lo primero, procurando que lleve siempre las uñas cortas para que no se haga heridas o para que el eczema no se infecte. A pesar de ello se va a rascar, pero es posible que no se haga tanto daño.
- Si por la noche se rasca sin darse cuenta, entre sueños, podemos probar a ponerle unos guantes finos para que el dolor sea menor.
- Un momento de rabieta y picor puede ser aliviado con un baño corto de agua templada, para hidratar y calmar la piel. No olvides que cuando le saques del baño hay que secarle con ligeros toques, sin frotar y poner crema emoliente.
- El jabón suele irritar mucho la piel, por lo que para la higiene diaria es preferible usar agua y un producto específico que recomiende el dermatólogo.
- En ocasiones, el niño se siente molesto y se agobia. Hay que distraerlo si no podemos aliviarle en ese momento, por estar lejos de casa. Para ello se sugiere tener a mano un cuento o algo que le llame para que olvide el picor.
- Hay que vigilar que las prendas de ropa que use sea ancha, de algodón, libres de etiquetas que le puedan molestar y sin costuras que le hagan marcas.
- La ropa de cama debe ser también de algodón.
- Debemos lavar todo lo que lleve el niño (prendas de vestir, sábanas, toallas) sin suavizante y con un detergente hipoalergénico y poco agresivo, insistiendo mucho en el centrifugado de todo.
- Hay que mantener siempre la casa ventilada y procurar que el niño no pase mucho calor, así como también controlar la humedad y evitar ambientes muy secos.
- Junto con el pediatra, se recomienda examinar su alimentación por si hay algo que le pueda dar alergia o irritar, para evitar inflamaciones y picores.
«Sin duda alguna, hay que tener mucha paciencia para atender la dermatitis atópica en nuestros niños, pero sobre todo hay que tener conocimiento de cómo actuar cuando existe este problema».
Ante lo cual es necesario llevarlo con un especialista, quien nos orientará con consejos, cuidados, atención y tratamiento sobre la dermatitis atópica en niños.
¿Qué hacer cuando nuestro hijo tiene dermatitis atópica?
- Una vez que el médico ha diagnosticado que nuestro hijo tiene dermatitis atópica, debemos preguntarle las dudas que tengamos, porque si no luego podemos cometer errores en su cuidado.
- Debemos seguir el tratamiento al pie de la letra. Esto quiere decir hay que preocuparnos por comprar los fármacos o productos específicos que nos han recetado, sin automedicar a nuestro hijo.
- La información debe ser nuestra arma. Hay que pedir al médico que la información posible sobre la dermatitis para poder conocer en profundidad esta afección de la piel.
- La anticipación es clave. Si conocemos bien cómo se desarrollan los brotes de dermatitis atópica, podremos anticiparnos a cualquier agente externo para que el niño no se vea afectado
- Por ejemplo controlando la temperatura, evitando que sude mucho, lavando la ropa y aclarándola bien, usando prendas de algodón, cortándole las uñas para que no se rasque.
¿Debemos informar en el colegio de que nuestro hijo tiene dermatitis atópica?
Rotundamente sí. Los profesores de nuestro hijo deben conocer de forma profunda lo que le ocurre al pequeño por varios motivos;
- Para cuidar de que no haga algo que le pueda perjudicar y actuar en consecuencia para prevenirlo (sentándole lejos de la calefacción, por ejemplo).
- Para ayudar al niño a seguir sus rutinas de limpieza e hidratación de forma correcta (por ejemplo, tras la clase de gimnasia o en un día especialmente seco).
- Para informar a los compañeros de clase y poder hacer una charla informativa, divertida y sin dramatismos de lo que le ocurre, de forma que evitemos ataques y convirtamos a los compañeros en «aliados» del niño.
- Para que el resto de padres sepa que no es contagioso y que ayuden a sus hijos a no ser prejuiciosos con su compañero.
¿Debemos informar a amigos y familiares de que nuestro hijo tiene dermatitis atópica?
Si hacemos mucha vida familiar y si quedamos con frecuencia con amigos y con sus hijos, es conveniente informar al círculo más cercano por motivos similares a los del entorno escolar.
- Cuando nuestro hijo duerma en casa de un familiar sin nosotros, nuestros familiares podrán cuidar de él y vigilar que no se rasque o que tenga los brotes controlados aunque nosotros no estemos.
- Nuestros amigos estarán tranquilos de que la dermatitis atópica no es contagiosa y se lo explicarán a sus hijos para que jueguen con normalidad.
Cuanta más gente conozca la existencia de la dermatitis atópica y de otras afecciones de la piel similares, mejor vida tendrán las personas con este problema, sobre todo por la aceptación que tendrán del resto y la desaparición de miradas inquisitivas.
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