Diferencias entre la dermatitis atópica y la dermatitis seborreica en bebés

Los padres en ocasiones se ven desbordados por sus bebés. Cualquier cosa que les ocurra se convierte en un verdadero problema, ya que los niños todavía no hablan y no pueden expresar bien sus molestias.

Además, en ocasiones tienen síntomas que pueden estar relacionados con enfermedades o infecciones diferentes y por ello, no saber muy bien qué es lo que les pasa aumenta aún más el estrés.

Muchos niños tienen tanto dermatitis seborreica como dermatitis atópica y a veces los progenitores no saben cuál es cuál o cómo se manifiesta. Hoy vamos a hablar de las diferencias entre ambas.

Por una parte, la dermatitis atópica suele manifestarse a partir del tercer año de vida, mientras que la seborreica puede hacer su aparición antes, en torno a la tercera o cuarta semana desde el nacimiento del pequeño.

Mientras que la dermatitis atópica suele mostrar placas, rojeces y zonas muy secas en todo el cuerpo, menos en la parte central de la cara, la dermatitis seborreica se manifiesta de forma contraria. La zona central del rostro de los bebés y su cuero cabelludo se llena de costras y grasa.

Es posible que el bebé que tenga dermatitis atópica se queje un poco más porque esta enfermedad cutánea cursa con picor, mientras que la dermatitis seborreica no pica.

Las causas de la dermatitis como hemos hablado en algunas ocasiones son muy variadas. Por ejemplo, puede surgir por alergias, por excesivo calor, por el roce de la ropa e incluso por predisposición genética si los padres la padecen.

Se suele tratar con cremas específicas, que calman el picor, reducen la sequedad, eliminan las placas y consiguen minimizar los brotes. También es importante tener unas rutinas de higiene muy concretas.

Entre estas medidas está evitar los baños calientes prolongados, no frotar la piel al secarla, usar las cremas específicas para ayudar a la piel a equilibrarse y evitar que el bebé lleve ropa ceñida y que transpire poco.

Lo más habitual es que la dermatitis atópica desaparezca con la edad, pero en el caso de la dermatitis seborreica suele ser un proceso crónico.

Es importante no perder la calma y acudir al médico para que haga un diagnóstico certero acompañado de un tratamiento específico que hay que seguir al pie de la letra para que el bebé se sienta mejor cuanto antes.