Por fin llega la primavera y, con ésta, las ganas de ponerse ropa de colores más vivos y ligera, como vestidos, blusas de tirantes, faldas y shorts, pero… ¡oh, sorpresa!… las piernas y los brazos están más pálidos que nunca, debido al largo invierno en que los abrigos, los pantalones y los suéteres, cubrieron nuestro cuerpo durante muchos meses. Sigue leyendo