Se acabó el verano y se acabaron las vacaciones. La tristeza ha invadido a unos y la alegría ante la llegada del frío lo ha hecho con otros. Pero, pese a los sentimientos encontrados, nunca podemos olvidar una cosa: nuestra piel debe estar siempre protegida. La llegada del otoño y el aviso del frío como preludio al abrazo al invierno no significa que el Sol nos diga ‘adiós’ hasta el próximo 21 de junio. En muchas ocasiones, los rayos del Sol nos ayudan a paliar el frío de estas dos estaciones y así poder recordar el añorado verano y sus playas. Por eso es importante recordar que el Sol no solo aprieta en verano. Sigue leyendo
