El mundo está evolucionando, cada vez más existe más tecnología, y lo cierto es que cada día es más normal que la utilicemos en nuestra vida cotidiana para controlarnos la salud.
Desde un tensiómetro casero hasta un termómetro que no tenemos siquiera que acercar a nuestra piel, son cada vez más los utensilios tecnológicos que empleamos día a día para vigilar nuestra salud.
Y con respecto a la piel, nuestro órgano más grande, hay un dispositivo que se está convirtiendo poco a poco en un instrumento importante para poder evaluarla, e incluso para poder diagnosticarla con la ayuda de un facultativo: el teléfono móvil. Pero no es el único.
Un ejemplo de ello son los wearables (dispositivos que llevamos puestos) como pulseras, relojes, brazaletes, botones que se sujetan con un clip a la ropa… aunque, a día de hoy, la clave se encuentra en nuestro teléfono móvil.
Os explicamos más en profundidad a continuación.
La tecnología, cada vez más al servicio de la piel
Hoy, al instalar ciertas aplicaciones a nuestros dispositivos, estos pueden registrar la cantidad de luz ultravioleta a la que estamos sometidos a lo largo de un día y avisarnos a través de alertas cuando sea el momento de aplicarse de nuevo el protector solar o cuando considere que hemos estado demasiado tiempo expuestos. Pueden incluso registrar la vitamina D que uno ha absorbido e introducir nuestro tipo de piel.
Otra de las aplicaciones estrella de los últimos meses ha sido Dermassistance, una aplicación sobre la que ya escribimos en artículos anteriores y por la que el personal sanitario y dermatológico puede atender a pacientes de todo el mundo. Está especialmente indicado para que los médicos y cooperantes que trabajan en ONG a lo largo y ancho del mundo puedan ponerse en contacto, enviarse imágenes y síntomas para entre todos diagnosticar a los pacientes.
Y es que los dispositivos móviles son especialmente útiles, sobre todo cuando se cuenta con una cámara fotográfica buena en el aparato. La dermatología es uno de esos campos de la medicina que puede hacer un excelente uso de estos dispositivos a través de fotografías de la piel, las cuales pueden enviarse a los especialistas, que cuentan de este modo con buen material para analizar y comenzar con un primer diagnóstico al combinarlo con preguntas e interacción con el paciente.
Telederma es otra aplicación desarrollada por Sergio Vañó, dermatólogo y tricólogo del Hospital Universitario Ramón y Cajal y de la prestigiosa Clínica Grupo Pedro Jaén, en Madrid, la cual sirve para que los pacientes se fotografíen sus lunares periódicamente para que de este modo tanto el médico como ellos puedan observar su evolución y detectar anomalías en los mismos.
Otra aplicación totalmente gratuita es Foto Skin, la cual pone sobre la mesa la importancia del autoexamen, con el cual se puede detectar con mayor rapidez y eficacia el melanoma. La aplicación, que ya ha sido descargada 110.000 veces, ofrece también las indicaciones para poder hacer correctamente las fotografías, averiguar el tipo de piel del paciente y contiene consejos médicos útiles e interesantes.
Todos estos avances hacen que, gracias a la teledermatología, muchos pacientes tengan que evitar la visita presencial al dermatólogo, pues el médico puede tener su estado controlado desde su consulta sin necesidad de que el paciente esté siempre presente.