Así como cuidamos nuestro organismo, es necesario que cuidemos nuestra piel, esa capa a la vez suave, sensible y fuerte que protege nuestro cuerpo.
De hecho es considerado el órgano más grande de nuestro cuerpo, pero desgraciadamente por ignorancia o por dejadez, solemos cometer muchos errores y no le damos el mantenimiento y tratamiento que le corresponde.