En muchas ocasiones hemos hablado de cómo el sol puede ser un buen amigo de nuestra piel y cómo en buena medida puede ayudarnos a mejorar el estado de nuestra piel.
Pero si no tenemos cuidado, si nos exponemos al sol sin precaución en las horas centrales del día, si no damos a la piel un tratamiento calmante al volver a casa, podemos ponerla en peligro y hacerla sufrir en exceso.