En muchas ocasiones hemos hablado de cómo los nervios y el estrés son malos compañeros de las enfermedades cutáneas. La ansiedad puede empeorar el estado de nuestra piel y por ello debemos procurar mantener la mente abierta y relajada, tanto para el bienestar cutáneo como para el mental.
Con la llegada de las vacaciones llega una oportunidad perfecta para poder desconectar de verdad y conseguir que el relax invada cada célula de nuestro cuerpo. Pero lo que no sabemos es que en vacaciones hay quien también se estresa.
Por exceso de planes, por tener unas expectativas muy altas de lo que se quiere hacer, por pasar ‘demasiado’ tiempo con la familia, por nerviosismo pensando qué estará pasando en la oficina…