Pocas cosas hay que desesperen más que tratarse una enfermedad y que el tratamiento no funcione. No solo porque el malestar o la incomodidad que se sufre no se interrumpen, sino por la tristeza y la angustia que se siente aparejadas la persona que las sufre al ver que necesitará más tiempo.
En el caso de la dermatitis y de la psoriasis, enfermedades que se manifiestan a través de irritación, placas y grasa en la piel, la desesperación es doble, porque lo primero que el paciente quiere es que los brotes desaparezcan.
Y si el tratamiento no consigue que estas placas se vayan curando, ¿qué puede hacer el paciente? Hoy os traemos algunos consejos para intentar encontrar solución a vuestra psoriasis o a vuestra dermatitis.
Encuentra aquí toda la información sobre los síntomas, causas y tratamiento de la psoriasis.
Consejos para el tratamiento de la psoriasis y la dermatitis
✔ Asegurarnos de que estamos siguiendo el tratamiento al pie de la letra. Debemos consultar de nuevo con el médico de qué forma ponernos las cremas, qué hidratación necesitamos, con qué frecuencia ponerlos… Todo. Cualquier detalle que hayamos dejado pasar puede tener consecuencias en la forma de tratarnos.
Una vez nos hemos dado cuenta de que hemos seguido el tratamiento como corresponde, debemos examinar cuál es el comportamiento con nuestra piel, más allá de las cremas o las pastillas que debamos tomar. Nos tenemos que hacer las siguientes preguntas:
❖ ¿Tengo unos hábitos de baño buenos para mi piel?
❖ ¿Mi ropa puede estar molestando o asfixiando a mi piel?
❖¿Cuido la temperatura de los espacios en los que estoy e intento que la humedad sea la adecuada?
❖¿Cómo es mi alimentación, algo de lo que tomo puede estar irritando o provocando una reacción anómala en mi cuerpo?
❖ ¿Cómo es mi estado de ánimo? ¿Estoy nervioso, tranquilo, tengo estrés?
❖ ¿Cómo son mis hábitos de sueño?
Si todas las respuestas a estas preguntas son las más adecuadas para que nuestra piel esté bien, debemos acudir con esta información al médico, ya que quizás se deba hacer algún ajuste del tratamiento.
Como hemos dicho en muchas ocasiones, la relación con el médico debe ser sincera y abierta. Debemos ser capaces como pacientes de transmitir lo que nos ocurre y saber recopilar todos los datos que pueden ser útiles para su diagnóstico y posterior tratamiento.
Lo más importante es tener paciencia. De sobra sabemos cómo de negativos son el estrés y la ansiedad para los problemas de la piel, por lo que debemos intentar tener confianza y paciencia, para que finalmente encontremos un tratamiento que case con lo que nos ocurre.
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