Siempre que hablamos del invierno pensamos en el frío, en las bajas temperaturas, en los cambios del mercurio, en agarrarse al sol para calentarnos cuando estamos por la calle…
Pero, sobre todo, pensamos en la ropa. Los chaquetones, las sudaderas y las capas empiezan a llenar nuestro cuerpo. Y, aunque parezca raro, hay que escoger muy bien la ropa.
Como os hemos ido avisando en este blog de Blue Cap, todo es importante para nuestra piel. Y la ropa entra en esa lista, sobre todo si tenemos en cuenta lo que puede afectar el frío y el cambio de temperatura en diferentes personas.
El bajón en los termómetros hace que la piel, la cara o los labios se resequen con mayor facilidad. Por eso, es importante cuidar la dermis y tenerla, sobre todo, protegida.
De hecho, el frío invierno ayuda a la proliferación de una enfermedad como es la dermatitis atópica, que se siente cómoda con las bajas temperaturas.
Es importante, pues, antes de pensar qué ropa te puedes poner en invierno, saber qué hacer para que la piel se sienta fuerte ante la llegada y consolidación del invierno. Y es que un exceso de sequedad en la dermis puede generar erupciones.
Para tratar de prevenir la sequedad y el agrietamiento que se producen en invierno en las pieles sensibles o en las que sufren esta variante de la dermatitis, existen varias recomendaciones:
– Los productos humectantes atrapan agua bajo la piel, evitando la sequedad y haciéndola más flexible.
– Utilizar crema hidratante neutra, sin alcohol ni sustancias fuertes.
Al ducharte, aunque sea invierno y tengas la tentación de ducharte con agua caliente, hay que tratar de evitarla, pues puede secar la piel aún más. Lo ideal son las duchas con agua tibia.
– Emplea un champú y un jabón neutro, sin químicos industriales y por supuesto, sin alcohol. Evita el uso de esponjas y al secarte la piel no frotes, hazlo suavemente con leves toquecitos. Busca toallas que sean suaves y que no raspen ni estén demasiado viejas.
– No pongas la calefacción a temperaturas altas. De acuerdo, es invierno y hace frío, pero eso no quiere decir que tengamos que gastarnos un dineral en electricidad por poner siempre “a tope” la calefacción. Entre 20 y 22 grados es la temperatura ideal para que no afecte demasiado a la piel.
– Cuida la limpieza de la casa, pues el polvo contiene gérmenes que pueden fomentar las irritaciones. Es recomendable mantener más limpias de lo normal alfombras, cortinas y ropa de cama.
– A la hora de dormir, aunque sea invierno, evita los pijamas demasiado abrigados que puedan provocar más sudor del habitual al dormir. Es mejor utilizar un buen edredón y dormir con ropa ancha, cómoda y fresca.
¿Qué ropa debo usar en invierno si sufro dermatits atópica?
Una vez hemos conocido lo que debemos hacer para evitar que la dermatitis atópica nos fastidie el invierno es momento de seleccionar la ropa de nuestro armario.
Aunque parezca algo raro, escoger las prendas adecuadas para nuestra piel nos ayuda a evitar escozores y la aparición de rojeces en el cuerpo.
Las etiquetas que cortamos porque nos molestan son vitales llegados a este punto. Y es que ahí, en ese pequeño trozo de papel, podemos consultar cuál es el tipo de ropa que es, el material con el que está hecho…
Tampoco pedimos que todo el armario esté cortado por un mismo patrón, pero sí aconsejamos llevar un control y no comprar por comprar.
Tener una piel con picor, comezón, enrojecida, escamosa o rugosa se puede evitar si combatimos contra la dermatitis atópica desde todos los frentes posibles. Y ahí es donde la ropa juega un papel fundamental para ayudarnos en nuestro día a día.
Desde Blue Cap os ofrecemos algunas sugerencias y consejos para poder comprar eligiendo la prenda más bonita y, sobre todo, la más saludable.
– Si por algún motivo, hay días que la dermatitis se manifiesta mucho en la piel, con rojeces, brotes o escamas, la persona no debe avergonzarse, pues nadie es perfecto en este mundo y todos tenemos manchas o marcas en la piel. Eso sí, cuando el paciente se exponga al sol, debe hacerlo con medida y siempre aplicando protector solar de manera seguida.
– Cuidado con las etiquetas de las prendas. Suele suceder que mucha ropa, como blusas, pantalones o vestidos, tienen etiquetas muy grandes con costuras gruesas que son molestas para la piel y cuyo roce provoca cierto enrojecimiento. Así que lo mejor es quitarlas antes de usarse.
– El algodón es el mejor material del que puede estar compuesta la ropa para las personas con dermatitis atópica, ya que éste permite respirar más a la misma piel y no deja pasar tanto el calor. En las etiquetas se puede comprobar si la prenda contiene algodón. Lo que hay que evitar son materiales como la lana y los tejidos sintéticos, porque estos provocan muchos síntomas.
– Es importante que la ropa nueva que te vayas a poner, la laves antes, ya que puede tener compuestos químicos que podrían alterar tu piel. De preferencia lava tu ropa con detergentes y suavizantes biológicos o que no tengan colorantes ni fragancias fuertes. La secadora es bueno usarla dado que deja la ropa más suave y poco áspera.