La psoriasis es una enfermedad inflamatoria crónica de la piel que produce manchas rojas y escamosas que causan picazón.
Con el frío la piel se reseca y los síntomas se pueden agudizar, volviendo más importante el cuidado personal para prevenir que eso pase y la condición empeore. Si quieres saber cómo evitar los efectos adversos del invierno en la piel con psoriasis, te lo contamos en nuestro blog.
¿Cuáles son los síntomas de la psoriasis?
Sus síntomas pueden variar de una persona a otra, pero entre los más comunes se encuentran:
- La aparición de pequeños puntos escamados
- Piel seca o agrietada que puede sangrar o picar
- Sectores de piel rojiza escamada
- Uñas más gruesas, picadas o acanaladas
- Articulaciones inflamadas y rígidas
Hay muchos tipos de psoriasis, por lo que siempre es importante acudir al médico para un correcto diagnóstico.
¿Cómo surge la psoriasis?
Los linfocitos T, presentes en las células de la sangre, ayudan a proteger nuestro cuerpo de infecciones y otras enfermedades. Las personas con psoriasis provocan que los linfocitos T se activen de forma incorrecta, haciendo que se dilaten los vasos sanguíneos de la piel y que proliferen las células de la epidermis.
Lo habitual es que el intercambio celular se produzca cada treinta días, pero en una persona con psoriasis este intercambio se produce en cuatro días, haciendo que se acumulen las células en la capa córnea y creando capas de escamas blanquecinas que se descaman con facilidad.
La psoriasis se agrava por cualquier lesión en la piel, aunque también puede verse afectada por una medicación agresiva (litio, glucocorticoides sistémicos, antimalariales, interferones, gemfibrozil, imiquimod, bloqueadores de receptor beta y anti inflamatorios no esteroidales), una infección (faringitis por estreptococo), la obesidad, el estrés, los climas fríos, la escasa exposición al sol, la fricción con la piel, el consumo de alcohol y la depresión.
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Hay épocas en las que se puede notar una mejoría, pero en otras los síntomas pueden intensificarse y empeorar. Es por ello que es muy importante encontrar el equilibrio de la piel con psoriasis a través de tratamientos y rutinas de cuidado personal.
¿Cómo afecta el invierno y los climas fríos a la psoriasis?
Por lo general, los síntomas de la psoriasis empeoran cuando hace frío. Esto se debe principalmente al uso de la calefacción que seca el aire, al frío exterior y a los cambios de temperatura de pasar de un ambiente al otro.
A su vez, durante el invierno hay una menor exposición al sol. Esto implica menos vitamina D para el organismo. Según se publicó en ‘Science Translational Medicine’, esta vitamina participa en la producción de la sustancia catelicidina, la cual ayuda a reducir la inflamación de la piel.
Como consecuencia, la piel se deshidrata rápidamente, aumentando la producción de epidermis, es decir, la renovación de las células de su capa superior, lo que produce escamas gruesas. Esto incrementa las probabilidades de picor y brotes de psoriasis.
¿Cómo evitar los efectos adversos del invierno en las pieles con psoriasis?
La psoriasis causa una piel más seca de lo normal debido a que las células de la piel se renuevan constantemente provocando su acumulación en las capas superiores. Como mencionado anteriormente, el invierno contribuye aún más con la resequedad de la piel, por lo que hay que intensificar los cuidados que ya se tenían sobre la misma. El tratamiento a seguir depende del tipo de psoriasis, pero te comentamos los principales consejos para su cuidado:
- Mantén tu piel hidratada. Haz especial hincapié en las zonas afectadas. Te sugerimos utilizar productos que estén diseñados especialmente para pieles con psoriasis.
2. Higieniza tu piel diariamente. Esto evita infecciones que podrían favorecer la aparición de nuevas lesiones o brotes. Se recomienda usar geles que no contengan corticoides.
3.- Evitar el uso de colonias y perfumes, ya que pueden dañar la piel.
4.- En la medida de lo posible, utilizar ropa de fibra natural, como hilo o algodón.
6.- Intentar tomar sol 15 minutos todos los días o mantener los niveles de vitamina D controlados para saber si se necesita ingerir suplementos.
7.- Ducharse con agua tibia y no muy caliente. Los baños largos y a altas temperaturas eliminan la capa protectora de la piel. Luego del baño se debe hidratar la piel. Usar un champú especial para este tipo de condición puede resultar también de gran ayuda.
10. Mantén hábitos saludables. En invierno se suelen elegir comidas más calóricas que pueden hacernos aumentar de peso y, con ello, desequilibrar la psoriasis. Una alimentación adecuada, beber mucha agua, limitar el consumo alcohol y cafeína así como el tabaco contribuirá a una piel más sana.
8.- Ser cuidadoso con las infecciones como la otitis, amigdalitis o gripes. En caso de enfermar, tratarlas. La presencia de bacterias puede desencadenar un brote de psoriasis.
9.- Acude a tu dermatólogo. La revisión periódica de tu piel es importante para controlar la psoriasis y asegurarse de estar siguiendo el mejor tratamiento para ti. Por más de que en invierno cubramos más áreas de la piel, no debemos descuidarla.
Se debe resaltar que la psoriasis se puede controlar y no es necesario simplemente tolerar los síntomas.
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