El abandono del campo a favor de residir en las ciudades no solo ha cambiado de forma radical nuestra manera de trabajar y relacionarnos con el entorno, sino que ha transformado y empeorado nuestro estado de salud.
El humo de los coches, la contaminación acústica, el estrés, el tráfico… Todo influye, aunque no lo creamos, en nuestra salud, sobre todo en la de nuestra piel, ya que es el órgano más extenso y que más expuesto está de nuestro cuerpo.
Dermatitis atópica y contaminación: ¿Cómo afecta a la piel?
Quien crea que está a salvo de los efectos que la contaminación tiene sobre nuestro cuerpo está muy equivocado. El humo de coches, edificios o fábricas debilita la barrera natural de nuestra piel, provocándonos un envejecimiento prematuro.
Además, las personas que sufren patologías cutáneas ven cómo sus erupciones e inflamaciones empeoran cuando pasan temporadas largas en entornos contaminados o con aire con mucha polución.
Según los expertos, entre un 10% y un 20% de la población que vive en países industrializados sufre dermatitis atópica, un porcentaje que se multiplica de forma exponencial cada década.
Este aumento tan alarmante hace pensar a los investigadores que no está basado ni en cambios genéticos ni en una mejora de los diagnósticos. Más bien es el entorno el que favorece y recrudece los casos de dermatitis que se sufren hoy en día.
Vivir en una ciudad implica en muchas ocasiones llevar un estilo de vida poco saludable, obligado por las circunstancias. El estrés, el aire lleno de polución, la falta de tiempo para hacer deporte, la alimentación poco sana, la exposición a aire acondicionado o calefacción fuerte…
Son factores que afectan a todo el mundo, pero que suelen ser cruciales para una persona con dermatitis atópica, ya que implica tener más brotes y estar más expuesto a situaciones que los empeoren.
¿Cómo se pueden contrarrestar los efectos de la contaminación en la piel?
– Lo más importante es seguir el tratamiento indicado por el médico a rajatabla. Esto prevendrá los brotes o los atajará de forma más eficaz, además de preparar a la piel para que no se recrudezcan.
– La hidratación es muy importante, sobre todo si se trabaja en un entorno muy seco con poca humedad. Es importante aplicarse emulsiones hidratantes antes de salir de casa y llevar alguna loción si van a pasar muchas horas fuera de casa.
– Si se puede, se debe evitar al máximo el uso de aires acondicionados o de refrigeración con baja humedad.
– Si es posible, es conveniente instalar un humidificador tanto en el lugar de trabajo como en casa.
– Utilizar ropa de algodón holgada que transpire bien.
Maravillo post. Gracias por compartirlo…Espero màs…
Saludos